¿Cómo se define el dolor? como una experiencia sensitiva y emocional desagradable, dice la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP).
Se calcula que, en promedio, 7 de cada 10 personas que sufren algún tipo de dolor no pueden hacer ejercicio ni dormir normalmente. Tampoco son capaces de desempeñar tareas caseras, conducir un auto, caminar, ni realizar otras actividades de la vida diría.
Es por eso que, cada 17 de octubre, se celebra el Día Mundial del Dolor promovido por la IASP y la OMS, con el propósito de que se reconozca el alivio del dolor como parte integral de los derechos humanos y, este año se promueve que los conocimientos sobre el dolor tenga un impacto en la práctica clínica.
Escalas del dolor
Determinar la intensidad del dolor es esencial para tratar con el mismo. Para ello, generalmente se utilizan escalas como la verbal numérica o la escala visual analógica (EVA).
La escala verbal numérica se basa en la percepción de dolor que tiene un paciente en una escala de cero a diez, donde cero es “no me duele” y diez es “el dolor es insoportable”.
En la escala EVA, el mismo paciente puede ser evaluado gráficamente, lo que quiere decir que se le presentará la imagen de una regla que va del 1 al 10 para que él indique la intensidad de su dolor.
El Dr. Carlos Alberto Suárez Da Silva, de la Clínica Foianini, refirió que estas escalas se aplican habitualmente a adultos y a niños por encima de los siete años de edad.
Para medir el dolor de los niños de entre 4 y 7 años se ocupa la escala de Oucher, que se basa en dibujos de caritas que expresan distintos grados de dolor, para que así, los infantes, puedan indicar cuánto dolor sienten.
“Estos son métodos de medir de manera más objetiva que subjetiva la escala del dolor”, señaló el Dr. Suárez, a tiempo de explicar que el dolor se considera el quinto signo vital por lo que así como se toma la presión arterial, el pulso, la frecuencia cardiaca, etc., también se mide el dolor.
Escalas de tratamiento
Existe una serie de escalas para tratar con el dolor. En el primer peldaño se recomiendan analgésicos comunes como el paracetamol, dipirona, o en otros casos, antiinflamatorios como diclofenaco e ibuprofeno.
En la segunda escala se utilizan medicamentos que son opioides débiles, “cuando se percibe que el dolor es más intenso y no ha cedido con medicamentos del primer peldaño, se utiliza los del segundo, asociados al primero”, especificó el galeno.
Cuando estos medicamentos no son suficientes para calmar el dolor, se utilizan opioides más potentes y que corresponden a la tercera escala.
Cuando lamentablemente, no se logra que el dolor calme, debe considerarse el cuarto escalón que incluye procedimientos como la analgesia continua espinal o epidural, bloqueo de nervios periféricos, bloqueo simpático, etc. “Si no se puede calmar el dolor vía oral, pues se lo hace de forma endovenosa”, explicó.
Tipos de dolor
El dolor es una sensación desagradable, con un componente emocional desencadenado por el sistema nervioso. Es, por tanto, subjetivo y complejo, proyectándose tanto en la vida familiar, como en la laboral, social y económica de las personas afectadas.
La clasificación del dolor puede ser atendida según su duración, la evolución de la enfermedad, localización, curso, intensidad y, finalmente, según la farmacología.
El Dr. Suárez indicó que hay diversas enfermedades que producen mucho dolor. Las infecciosas como el dengue, por ejemplo, producen dolor de cabeza y de cuerpo, o las migrañas; las ginecológicas que provocan las menstruaciones; el dolor abdominal por cólicos intestinales, un trabajo de parto, fracturas, golpes, contusiones, así como las cirugías, enfermedades osteomusculares, una hernia de disco, una artritis, un infarto y un derrame pleural, entre otros.
Prevención
El dolor crónico es un problema de salud pública que afecta hasta un 29% de la población mundial. El dolor crónico no se puede prevenir; sin embargo, mantener un peso ideal, adoptar una alimentación saludable, hacer ejercicio, controlar la ansiedad y dormir bien, son algunas medidas que pueden ayudar a disminuir o frenar el dolor.
