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Cómo prevenir la hipertensión arterial

El consumo de sal puede hacer la diferencia, así como la práctica periódica de ejercicios como la caminata, natación o el andar en bicicleta. Los chequeos anuales son fundamentales.

La hipertensión arterial es un padecimiento que afecta sobre todo a personas adultas, aquellas que superan los 30 años de edad. La hipertensión se genera con un aumento de la presión en los vasos sanguíneos que, con el tiempo, se convierte en un mal crónico y deriva en enfermedades del corazón o cerebro-vasculares.

Dado que una de cada tres personas tiende a sufrir de esta afección, cada 17 de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve el Día Mundial de la Hipertensión, con la finalidad de generar conciencia para prevenir, diagnosticar y controlar este flagelo de manera oportuna y así encarar tratamientos efectivos.

Al igual que otras enfermedades, la hipertensión puede ser un enemigo silencioso de nuestra salud, ya que, en el 40% de las veces, se manifiesta de manera asintomática. En el 60% restante, los síntomas típicos van desde el dolor de cabeza, los mareos o los destellos de luz, señales a las que se debe prestar atención cuando ocurren de manera recurrente.

Si la hipertensión no se trata oportunamente, puede generar complicaciones de mediano y largo plazo. ¿Qué tipo de complicaciones? El especialista en Cardiología de Clínica Foianini, Dr. Alexander Hesselbarth, menciona tres más frecuentes: infartos de miocardio, derrames cerebrales y enfermedades renales.

Para el especialista, estas complicaciones son totalmente evitables si es que se cumple con prevenciones a nivel de alimentación, actividad física y controles cardiológicos preventivos y rutinarios.

“Sin duda, el modo más efectivo de reducir la prevalencia de la hipertensión arterial es llevar una dieta sana, baja en carbohidratos y grasas, pero, sobre todo, manteniendo una vida activa realizando ejercicios físicos constantes como caminar por 20 minutos, trotar, nadar o andar en bicicleta cuatro a cinco veces por semana”, recomienda el Dr. Hesselbarth.

De igual forma, el consumo de sal no es un mito sino una realidad. Lo aconsejable, según el especialista de la Clínica, es que la ingesta no supere los 2 gramos diarios, el equivalente a menos de dos cucharillas de té por día.

En ese marco, “los chequeos médicos una vez al año son clave para diagnosticar oportunamente y evitar complicaciones de mediano y corto plazo”, puntualizó el Dr. Hesselbarth.