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Conmemorando el día de la salud mental

Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con acciones impulsadas por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

El objetivo es lograr la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional o de conducta.

La buena salud empieza con la salud mental, que es el equilibrio adecuado entre lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos, situación que nos ayudará a disfrutar más de la vida, saber manejar mejor las situaciones que se presentan en nuestro día a día.

Las personas que sienten temor, preocupación, ansiedad y depresión de manera constante podrían tener una mala salud mental y además, debes considerar que la salud mental no tiene edad.

La campaña definida para este año en el marco del día mundial de la salud mental, tiene el objetivo de crear conciencia para la prevención del suicidio.

El suicidio y el comportamiento suicida no fatal son los principales problemas de salud pública en todo el mundo. Según datos de la OMS:

  • Una muerte por suicidio ocurre cada 40 segundos, aproximadamente un millón de personas en el mundo mueren por suicidio cada año
  • Es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años

Aunque el suicidio es prevenible mediante intervenciones oportunas, el estigma en torno a los trastornos mentales y el suicidio, disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en quitarse la vida o que han tratado de hacerlo y, por lo tanto, no reciben la ayuda que necesitan.

El suicidio es un grave problema de salud pública y la prevención no se ha abordado apropiadamente debido a la falta de sensibilización para abordar esta problemática y al tabú existente en muchas sociedades para examinarlo abiertamente.

Una persona suicida no necesariamente parece deprimida, bajo un exterior jovial puede esconder una gran tristeza.

Los signos de advertencia de un acto suicida cambian de una persona a otra y es una tarea particularmente difícil dada la complejidad del problema suicida en sí. En algunos casos, incluso se piensa que es imposible ya que el suicidio ocurre repentina y brutalmente.

Sin embargo, la práctica muestra que un número significativo de personas que intentaron suicidarse o que murieron por suicidio habían mostrado signos de advertencia o al menos intentaron expresar, a veces de forma indirecta o torpe, su sufrimiento y su angustia.

Algunos ejemplos de oraciones que pueden dar testimonio de una angustia suicida a través de mensajes directos o indirectos, como también a través de comportamientos que pueden indicar un sufrimiento psíquico significativo.

  • Mensajes directos: “Quiero terminarlo» – «Es demasiado difícil, no puedo soportarlo más» – «La vida ya no vale la pena» – «Nunca saldré de eso» – «Me gustaría quedarme dormido para siempre…»
  • Mensajes indirectos: «Serías mejor sin mí» – «Mi vida es inútil» – «Hice mi voluntad» – «Voy a hacer un largo viaje» – «Pondré mis cosas en orden…»
  • Comportamientos: El aislamiento, la retirada, la desinversión escolar o profesional, la pérdida de energía, pero también la ausencia de una reacción a la pérdida de una persona cercana, por ejemplo, son signos visibles de un período de vida más difícil. Del mismo modo, una hiperactividad repentina o, por el contrario, una lentitud extrema, o incluso los regalos de objetos a los que la persona se aferra, son otros. Finalmente, un consumo excesivo de alcohol y / o drogas, la ingesta de sustancias tóxicas como droga generalmente refleja un sufrimiento psíquico significativo.

Del mismo modo, diferentes situaciones en nuestra vida cotidiana, sinónimo de cambios (pérdida de trabajo, traslado no deseado) o descansos (como situaciones de separación o divorcio), situaciones de pérdida o duelo son momentos de vulnerabilidad y, en algunos casos, mayor riesgo de actos suicidas.

Antes de un suicidio se presenta un periodo conocido como síndrome presuicidal que se puede detectar e intervenir para evitar la conducta suicida. Estar alerta ante cambios inesperados y mantener una comunicación fluida en la familia ayudará a que puedas advertir esta situación.

La familia y los amigos de los pacientes suicidas pueden tener un poderoso efecto en la protección contra el comportamiento suicida, transmitir seguridad y apoyo es la mejor estrategia para la prevención.

Dra. María Alcira Schlüsselberg
Médico Psiquiatra
Máster en Salud Mental