Al llegar a la Clínica Foianini, Dioniso Quenta sabía que evitar la amputación de su brazo dependía de la rapidez y precisión con que los médicos pudieran actuar. El cuadro no era sencillo ya que durante aproximadamente 30 minutos intentaron liberar de los fierros al miembro superior derecho.
Sin embargo, una vez a cargo del equipo médico de la Clínica, se procedió a la limpieza y contención del sangrado a fin de preparar al paciente para ser ingresado a quirófano donde le practicarían una cirugía plástica reparadora y un procedimiento de osteosíntesis, a cargo del traumatólogo Omar Lizarazu, y la especialista en cirugía plástica y reconstructiva Miriam Aicardi, a los que se sumaron un anestesista y un cirujano vascular.
La complejidad del caso se refleja en los cerca de 15 ingresos a quirófano que fueron necesarios para la reparación plástica de piel y músculos, efectuando injertos de piel y colgajos. Esto implicó que Dionisio Quenta tuviera que permanecer 47 días internado, tiempo después del cual el paciente tuvo el alta médica con la satisfacción de saber que conservaba su brazo gracias a la exitosa intervención del equipo médico de la Clínica Foianini y que paulatinamente recuperaría la movilidad y sensibilidad en todo su miembro superior, dándole la oportunidad de continuar trabajando y llevando una vida completamente normal.
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