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Epilepsia, un problema de salud con gran impacto bio-psicosocial

Los controles neurológicos periódicos son fundamentales para garantizar una mejor calidad de vida de quienes sufren de este padecimiento crónico.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en todo el mundo, alrededor de 50 millones de personas padecen epilepsia, mientras que, en Bolivia, el número de personas que sufren esta afección bordea las 200 mil.

La epilepsia es un trastorno neurológico que no es transmisible, por lo que no hay riesgo de contagio, pero que, dependiendo de su tipo, puede convertirse en crónico y, por tanto, puede padecerse de por vida.

Síntomas

Las convulsiones son su principal síntoma, las mismas que se originan por actividad eléctrica anormal en un determinado lugar del cerebro y, dependiendo de la localización, se manifiestan clínicamente, indicó el Dr. Alex Arancibia, neurólogo de la Clínica Foianini.

La epilepsia puede presentarse en cualquier persona, sin importar su edad. Sin embargo, es más frecuente en niños menores de diez años y personas mayores de 65 años, incidiendo directamente en la calidad de vida de los pacientes, en la medida en que las crisis no logren ser controladas y se carezca de controles periódicos con el neurólogo de cabecera, añadió el especialista.

Tipos de Epilepsia y tratamiento

En general existen dos grandes tipos de crisis epilépticas: las crisis parciales o focales, donde la descarga comienza en una zona concreta que puede extenderse al resto de la corteza cerebral, y las generalizadas, que afectan a todo el cerebro, provocando la pérdida de conocimiento, indicó el Dr. Arancibia.

“El tratamiento varía dependiendo del tipo de epilepsia que tiene el paciente. En primera línea se aplica medicación anticrisis. Una segunda línea de tratamiento implica, dependiendo de cada caso, cirugías, dietas cetogénicas o dispositivos intracerebrales que regulen las descargas epilépticas”, explicó el Dr. Arancibia.

La epilepsia más frecuente es la que se presenta en niños, que debe ser atendida por el neurólogo infantil. Luego viene la epilepsia mioclónica juvenil (EMJ) que es un trastorno generalizado que se inicia usualmente en la pubertad o adolescencia y que se trata con medicación. Finalmente, a partir de los 60 años, las causas más frecuentes de la epilepsia son las que se presentan debido a un cuadro post Accidente Cerebro Vascular (ACV), tumores o traumatismos.

Causas y diagnóstico

Según el Dr. Arancibia, la epilepsia puede tener causas de origen estructural, genética, infecciosa, metabólica, inmunitaria e, incluso, puede diagnosticarse por causas desconocidas.

Para diagnosticar la epilepsia, los profesionales de la salud evalúan los síntomas y antecedentes médicos de los pacientes que han presentado convulsiones. Además, deben realizar diferentes estudios para evaluar la causa de las mismas realizando exámenes neurológicos, análisis de sangre, electroencefalogramas (EEG), resonancias magnéticas, tomografías y pruebas neuropsicológicas.

Recomendaciones

El Dr. Arancibia indicó que, «para controlar los factores de riesgo, se debe tomar la medicación según las indicaciones; dormir ocho horas diarias o evitar situaciones o sobresaltos emocionales intensos que puedan desencadenar las crisis».

En caso de crisis, es importante que la persona que esté con la persona afectada, proteja su cabeza, la acomode de lado hacia la izquierda, no coloque nada en la boca y evite que saque la lengua.

Finalmente, el Dr. Arancibia recomendó que el paciente acuda a la emergencia si la convulsión se prolonga por más de cinco minutos o si presenta dos o más crisis seguidas sin haber recuperado la conciencia.

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